Desde lo más profundo de nuestros corazones, damos gracias a Dios por el don del nuevo Sucesor de Pedro: Su Santidad el Papa León XVI. Elevamos nuestras oraciones al cielo, agradecidos por su “sí” generoso a la llamada del Señor, en estos tiempos que tanto necesitan de pastores valientes, sabios y compasivos.
Con esperanza y alegría, acogemos su pontificado como una nueva etapa en el caminar de la Iglesia. Su figura representa continuidad y renovación; su voz, ya escuchada con atención por los fieles del mundo, resuena con la fuerza del Evangelio y la ternura del Buen Pastor.
Que el Espíritu Santo lo guíe en cada decisión, lo fortalezca en cada prueba y lo colme de la sabiduría de Dios. Rezamos por usted, Santo Padre León XVI, y nos unimos a su misión de anunciar la Verdad, construir la Paz y custodiar la unidad de la Iglesia.
